Una mañana se levantaron sin nadie alrededor, sin dudarlo tomaron una decisión aunque ésta nunca se supo por todo el secretismo que rodeaba a los que se levantaron, aún así los árboles volvieron a jugar al tres en raya, con el más bajito pedaleando no iban a llegar muy cerca, el reto estaba claro: llegar muy cerca pedaleando mucho. Una gran elipsis se apoderó del pueblo y de pronto se encontraban todos en la cama apagando las luces.
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